Las bacterias de la boca son muy numerosas. De hecho, se calcula que hay alrededor de 100 millones de bacterias por cada milímetro de saliva. Estas corresponden a más de 600 especies de bacterias. En realidad, la cavidad bucal tiene todas las condiciones para que infinidad de microorganismos se refugien allí.
El ozono es un maravilloso y rápido germicida. Sin excepción, cualquier germen expuesto al ozono gas sucumbe de inmediato, sea virus, bacteria, parásito u hongo.
Es un efecto inmediato que se reproduce constantemente en todas las investigaciones in vitro.
La propiedad germicida del ozono dentro del organismo requiere la formación de compuestos mediados por el mecanismo de acción del ozono sobre diversas moléculas del organismo dando lugar a lipoperóxidos, hidroperóxidos y aldehídos.
Los aceites vegetales al ser oxidados por el ozono van aumentando en su composición importantes cantidades de lipoperóxidos, aldehídos y, dependiendo del contenido acuoso, también hidroperóxidos. Estos compuestos conservan las propiedades germicidas potentes y de amplio espectro del ozono, sin efectos secundarios. Además, actúan también favoreciendo la antioxidación cutánea, estimulando las defensas, activando mecanismos de cicatrización y reparación al estimular la oxigenación de los tejidos ozonizados.
Todas estas cualidades hacen de OZOSANA DENTAL un potente germicida local, anticaries, antioxidante, oxigenante y estimulante de la reparación de todos los tejidos de la boca. Por sus propiedades bactericidas impide la proliferación de bacterias patógenas, por su untuosidad nutre las encías e impide la fijación de placa.
Modo de uso: Unas gotas en el cepillo dental son suficientes, solas o asociadas a cualquier pasta dental. Unas gotas mezcladas con un poco de agua para realizar enjuagues bucales.